miércoles, 28 de diciembre de 2011

El corazón entiende de matemáticas


Hoy en día ya no nos sorprende escuchar en los foros científicos que las personas con carácter optimista tienen menos riesgo de sufrir enfermedades y que los pesimistas tienen una salud más frágil.
La genética cuenta, claro que sí pero a la postre la salud es el resultante de un equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Una persona puede tener en su ADN información genética de una enfermedad grave pero no desarrollarla nunca y es ahí donde juega un papel importantísimo las emociones.
Las personas que gestionan sus emociones alargan la vida de sus células, refuerzan su sistema inmunitario, desestresan su sistema nervioso y esa máquina perfectamente coordinada que es el cuerpo humano puede realizar en las mejores condiciones su trabajo.
Además si una persona se siente bien consigo misma y con su vida, es decir se siente feliz, permite que su sistema inmunitario detecte y elimine las células patógenas en el momento en el que surgen, impidiendo por tanto el desarrollo de la enfermedad.
Ver la vida desde una perspectiva positiva también es importante a la hora de recuperarse de determinadas enfermedades. La ira, el resentimiento o la queja continuada incrementan la vulnerabilidad del sistema inmunitario, dificultan la curación porque entre otras cosas además de ocupar mucho espacio mental, desviar la atención sobre la sanación en si, contribuyen a incrementar el estrés celular y que esa pequeña unidad morfológica y funcional que conforma a un ser vivo no destine sus esfuerzos a realizar el trabajo que tiene encomendado.
La doctora Karina Davidson de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) ha dirigido un estudio sobre el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares durante más de diez años. Se han sometido a estudio a más de 1.700 hombres y mujeres, llegándose a la conclusión de que aquellas personas que mantenían emociones como la ira, la preocupación en exceso y la depresión tenían más posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas.
Hay médicos que indican incluso que las emociones negativas de forma reiterada son tan nocivas para la salud como el tabaco, las grasas saturadas o la hipertensión.
La revista Journal of the American College of Cardiology afirma que enfadarse provoca tales cambios en la actividad eléctrica del corazón que en personas con patologías cardiacas puede provocar hasta una parada repentina.
Coherencia cardiaca
HeartMath es una organización internacional dedicada a la investigación clínica sobre la fisiología emocional, su creador Doc Childre es una eminencia mundial en el tratamiento del estrés. Ha dirigido decenas de estudios sobre cómo el estrés y las emociones negativas afectan al corazón y en consecuencia ha desarrollado varios métodos para conseguir coherencia cardiaca, o lo que viene a ser: la calma interior (haz clic en el título para leer el artículo original)
corazon cerrado
Chequea tu saliva y lo sabrás
La Coherencia cardiaca es el estado de tu organismo cuando se produce una sincronización y equilibrio del sistema simpático y parasimpático.
¿Y como sabes cuándo estás en coherencia con tu corazón o no? Tu saliva te lo dirá.
El estrés es la respuesta de un organismo a un estímulo exterior que le exige una reacción inmediata. El organismo para responder debe aumentar su capacidad de adaptación y para ello activa una serie de importantes cambios fisiológicos.
Para hacer frente a ello el sistema simpático activa diversas hormonas que producen un estado de alerta. Uno de sus efectos es la disminución de la producción de saliva. Para poder responder a un supuesto peligro el organismo paraliza una serie de funciones que en esos momentos son prescindibles, una de ellas es la saliva.
Si tienes la boca seca, no estás en coherencia cardiaca
El organismo está preparado para soportar una cantidad de estrés, pero si superamos nuestros límites y lo hacemos de forma continuada pueden sobrevenirnos enfermedades e incluso la muerte. Por eso el propio cuerpo desarrolla “avisadores” como el cansancio.
“Podemos tratar de frenar el estrés pero muchas veces no funciona, los disparadores saltan de forma automática y al final del día la persona está agotada, irritable y con poca claridad mental”, me comentaba Rafael Sáiz Gamarra, coach Profesional Ejecutivo y entrenador personal de HeartMath, en una interesantísima conferencia suya a la que asistí. (para más información visita su sitio web)
Si además le unimos el ritmo rápido de la sociedad en la que vivimos, el cuerpo carece del tiempo suficiente para repararse y el estrés se convierte en una enfermedad crónica. Sáiz asegura que seis horas de enfado equivalen a seis horas de cortisol en la sangre: estamos encharcando el cuerpo de hormonas que nuestro organismo no puede eliminar.
El corazón "manda" sobre el cerebro
El corazón es el órgano maestro del cuerpo, tiene 40 veces más potencia eléctrica que el cerebro, es capaz de enviarle señales y que este las obedezca. Si el corazón está en coherencia, el resto de órganos del cuerpo se sintonizan armónicamente.
El corazón tiene la capacidad de almacenar información, como el cerebro, pero también de procesarla y es incluso capaz de responder más rápidamente que el cerebro a un estímulo exterior, se dice que incluso es capaz de intuir las cosas antes de que ocurran. Eso es lo que llaman la inteligencia del corazón. Cuando la respuesta te viene desde el corazón y actúas espontáneamente, sin necesidad de darle vueltas a las cuestiones, es que estás en coherencia.
me_quiero
Aquí tienes varios ejercicios diseñados por HeartMath que he adaptado para ti y que se pueden combinar perfectamente con el tapping
Ejercicio de Coherencia Cardiaca
  1. Sé consciente de cómo te sientes acerca de un tema que te preocupa.
  2. Respira sentimientos positivos.
  3. Imagina que el asunto o problema es de otra persona.
  4. Relájate en la paz en este estado neutral, permitiendo que la inteligencia de tu corazón te ofrezca nuevas perspectivas y posibilidades.
  5. Deja marchar todas las resistencias y sentimientos perturbadores o desconcertantes mientras te relajas y concentras en la compasión de tu corazón.
  6. Pide orientación. Se paciente y receptivo mientras esperas una respuesta del corazón.
Pasos básicos para acceder al estado de calma interior
  1. Reconocimiento: si estás estresado,frustrado, enfadado, impaciente, sobrecargado, bloqueado, agobiado… reconoce tus sentimientos.
  2. El motor: concéntrate en tu corazón y comienza a respirar de manera más lenta de la habitual. Imagina que el aire llega a tu corazón.
  3. Irradiando la calma: con cada inhalación imagina que junto al aire entra en tus pulmones un sentimiento de calma interior y que desde tu corazón se irradia al resto del cuerpo un estado de equilibrio. Ese equilibrio solo se puede conseguir imaginando que envías amor y cuidados a todo tu sistema.
  4. El compromiso: cuando sientas que estás calmado, que los elementos estresantes han desaparecido. Comprométete mentalmente contigo mismo y con tu corazón de querer mantener este perfecto estado de calma cuando retomes tu actividad.
No te preocupes si los avatares de la vida te sacan de ese estado de coherencia. Sencillamente vuelve a repetir el ejercicio cada vez que sientas que sales de tu calma interior que le has prometido a tu corazón.
**Rafael Sáiz realiza cursos para empresas sobre Coherencia Cardiaca y sesiones individuales. Contacta con él para más información.

No hay comentarios:

Publicar un comentario