martes, 23 de marzo de 2010

Cliente versus paciente

La pasada semana dos de mis alumnos del Taller Continuo de EFT me mostraron su disconformidad con el uso del término “cliente” en lugar de “paciente” para referirse a las personas que vienen buscando tus servicios como “terapeuta”, término que tampoco les gusta.

La pregunta es tan buena como interesante, pero a la par complicada de explicar. Intentando ser fiel a mi idioma, por mi profesión, tengo que reconocer que al proceder EFT de Estados Unidos o del mundo anglosajón los que hemos aprendido la técnica de sus fuentes tenemos tendencia a emplear los términos originales y también sus acepciones, siempre que no choquen mucho con las propias.

Aquí se une además un problema legal, hay países como Estados Unidos, Reino Unido o Suiza por poner un ejemplo donde una persona que no está formada universitariamente en carreras como Medicina o Psicología no está autorizada a llamarse terapeuta. Por lo tanto verás en muchos de mis artículos y traducciones que empleo el término “practicante” (procedente del inglés ‘practitioner’ que viene a ser aquel que trabaja una técnica que conoce consigo mismo o con los demás).

Sin embargo para mí el uso del término “cliente”, aunque en España no esté tan extendido es perfecto. Me explico.

El término cliente implica un componente de interacción que no se da en el de paciente. Una persona llega a ti con un problema, tú le ayudas a solucionarlo, y hay un intercambio. Tú ofreces un servicio a cambio de un pago. La persona desea mejorar. El término cliente implica confianza, ayuda y una relación de colaboración. El cliente trabaja de igual manera que el terapeuta.

El término paciente: implica que la persona es un “sufridor” se asocia a una enfermedad. Alguien que necesita tratamiento médico (consultar wikipedia) y una persona que va a que le hagas tú algo, no implica participación mutua. Vas al médico a que te recete o te diga lo que hacer. En psicología energética es imprescindible la colaboración, en medicina no. No es necesaria la participación activa en el proceso terapéutico.

medico

El término paciente sugiere que la persona es un número más, un portador de una enfermedad. El término paciente etiqueta a la persona a una enfermedad y eso puede inhabilitarle o generar impedimentos no reales para su vida: Como estoy enfermo, no voy a buscar trabajo porque no me van a coger.

Las personas que prefieren usar el término paciente sobre sí mismas sólo argumentan en contra de la palabra cliente que suena a transacción económica y a que el terapeuta solo busca su dinero y no ayudarle. Sin embargo según un estudio realizado por el doctor Peter C. Wing entre un centenar de pacientes de Traumatología, con problemas de espalda, del Hospital de Vancouver en 1995, esas personas argumentaban que tiene más ventajas ser considerado paciente porque:

  • Tienes más beneficios sociales
  • Tienes más beneficios sanitarios
  • La sociedad es más compasiva con el rol de persona enferma
  • El paciente es más dependiente del médico, se impone una relación de superioridad, paternalista (un terapeuta habla y “negocia” con su cliente qué es lo que mejor le puede ir).

sonrisa compliceAl usar el termino cliente, el experto no asocia a la persona con la enfermedad, no les vincula, entiende que la enfermedad es un síntoma pero no algo que no forme parte de la persona. ¡Ojo! El terapeuta niega la existencia de la enfermedad, no le da entidad, eso no quiere decir que no exista en el cliente, sino que tú (usando aplicaciones de mecánica quántica*) ves a esa persona ya sana.

Por lo tanto, el término paciente en los países anglosajones, se recomienda su uso sólo en los casos médicos, el término cliente se emplea para los casos relacionados con la psicología, psicoterapia, consultas de mejora personal o relacionadas con el coaching. Y yo personalmente considero que es la mejor opción.

Sobre el término terapeuta, experto, practicante, facilitador… dejo abierto el debate.

 

el secreto* Si quieres ampliar tus conocimientos al respecto te recomiendo leer el libro El Secreto o ver el documental “Y tú qué sabes”.

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viernes, 5 de marzo de 2010

¿Y si funciona también con la fibromialgia?

Tal vez será el tiempo (en medio mundo llevamos tres largos meses sin que pare de llover) tal vez será la también larga crisis económica que nos sume en un sentimiento colectivo negativo que se generaliza y extiende, que hace que muchos piensen que ya no hay salida… no lo sé, el caso es que entre mis lectores estoy recibiendo últimamente muchas peticiones para que os oriente en cómo hacer tapping para los dolores físicos (a quienes aún no lo hayáis escuchado os dejo el link de nuestro podcast donde Eva y yo os guiamos en una sesión de EFT para los dolores físicos) pero especialmente me conmovió una carta en la que me preguntaban directamente si EFT cura la fibromialgia.

La fibromialgia no está considerada una enfermedad per se, se trata de un conjunto de trastornos músculoesqueléticos cuyos síntomas más comunes son dolores permanentes, cansancio extremo y rigidez muscular. La impotencia que siente la persona diagnosticada de fibromialgia le lleva en muchas ocasiones a problemas psicológicos como insomnio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, lagunas de memoria. Lo que me resulta curioso es que es más común entre las mujeres, de la franja de edad de los 20 a los 50 años.

Parte de la frustración que sienten estas personas deriva de que muchos médicos dudan de sus relatos, se estima que el 90 por ciento de estos casos están sin diagnosticar, puesto que no hay evidencias físicas que justifiquen tan grandes dolores aunque ciertamente en las últimas décadas mediante el uso de escáneres cerebrales se han localizado alteraciones del sistema nervioso central que podrían estar vinculadas a los síntomas.
Por ahora los médicos sólo recetan calmantes para el dolor, ejercicio moderado y la adquisición de hábitos conductuales del paciente.

Si eres de quienes como yo, estamos convencidos de que la enfermedad es solo un síntoma, un aviso del cuerpo de que algo no va bien y debes solucionarlo ¿por qué no vamos a darle un voto de confianza a EFT? Me refiero a si sientes que unas rondas de tapping alivian tu dolor, si tratas de ir más allá para encontrar qué emoción puedes tener estancada en tu sistema energético, si liberas ese dolor interior, tal vez esa culpa, o esa vergüenza, o esa ira con la que llevas cargando tantos años y tus músculos dejan de doler al eliminar ese estrés en el que llevan años sumidos ¿qué más te da llamarle curación o no, que tenga una explicación en medicina o no la tenga si a ti ya no te duele?

Otra joven cliente mía lleva años con fortísimos dolores de espalda que la impiden llevar una vida normal y la tienen abonada de forma permanente a un osteopata, incluso su médico de cabecera le ha asegurado que no es un problema físico sino emocional.
Ella tiene la creencia inducida por el médico de que su enfermedad es incurable y debe aprender a convivir con el dolor. Ahora no es el momento porque llevamos poco tiempo en consulta pero en su día ella misma comprenderá que no puedes hacer de las palabras de los demás una sentencia sobre tu vida.

La medicina no es una ciencia exacta, no siempre dos y dos son cuatro. Hay factores que pueden hacer que una “visión de futuro” aparentemente negativa cambie: factores medioambientales, factores emocionales, factores familiares, genéticos, alimenticios ¿o no? Cómo se explica sino que personas en el mismo supuesto, con un mismo tratamiento obtengan distintos resultados?

El caso es que lo primero que le dije a mi cliente es que le diese a EFT la oportunidad de sanar su sistema energético y luego se dejase sorprender. Con ella de hecho estoy trabajando sus problemas de autoestima, su sensación de que es un tronco a la deriva en un inmenso mar y se deja llevar por todos y por todo. No elige la vida que quiere porque teme equivocarse, teme defraudar a quienes la rodean, pero se lamenta de que lleven años diciéndole lo que es mejor para ella ¿te resuena algo de esto?

Un error de terapeuta novato, que todos hemos cometido, y a veces seguimos haciendo es pretender solucionar un gran numero de asuntos en la primera sesión. Nosotros estamos observando gestos, analizando palabras y viendo reacciones y comprendemos e intuimos muchas más cosas de las que nuestro cliente percibe, en parte por el estado emocional en el que se encuentra por supuesto. Por eso además de las sesiones personales les recomendemos que ellos sigan en casa tratando muchos de los aspectos que surgen en una sesión hasta dejarlos en un nivel de intensidad cero.
Hay asuntos que ciertamente no son importantes en tu vida, pero te perturban ligeramente ¿Por qué tienes que seguir incomodándote cada vez que quedas con tus amigas a las que aprecias mucho al acordarte de aquella broma pesada que te gastaron hace quince años? ¿Por qué no te apetece nunca ir de compras con tu madre, con la que te ríes mucho, al recordar que cuando eras niña le contó a tu tía que te estabas poniendo como una vaca?... bien esas cosas sin importancia ocupan lugar en nuestra mente y desgastan nuestro depósito de energía.

Entre otras muchas razones, esta es otra de las que nos llevó a diseñar nuestro Taller Continuo de EFT, un encuentro semanal para aprender a usar la técnica, avanzar en tu autoconocimiento, tratar todas y cada una de las pequeñas cosas que vayan surgiendo, hacer del tapping una rutina… en definitiva liberar tu mente para poder llenarla de proyectos que ahora sí vas a poder cumplir… ahora que el poder está en tus dedos.


Si deseas información del Taller Continuo de EFT pincha aquí. Puedes incorporarte en cualquier momento.

Patricia Rómer

Si deseas conocer a otras personas que han pasado por lo mismo puedes leer el caso de Janet Cole quien después de trabajar con EFT para los dolores físicos de su fibromialgia recurrió a su terapeuta para abordar con èl los asuntos emocionales que le resultaban tan dolorosos que ni si quiera era capaz de hablar de ellos sin romper a llorar… si quieres saber cómo acaba la historia pincha aquí
O el caso de Sue, una persona que ya conocía estas técnicas y sin embargo tuvo que ser su médico quien en una sola sesión de EFT descubriese que su fibromialgia había surgido tras una discusión de tráfico. Lee la historia de Sue.
O incluso un ensayo clínico donde de 36 mujeres que estaban en lista de espera para ser tratadas de fibromialgia, 26 mejoraron notablemente usando EFT frente a las que no lo hicieron...sigue leyendo.


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